El alcalde de Coslada, Ángel Viveros, y la concejala de Medio Ambiente, Parques y Jardines, Limpieza Viaria, Urbanismo y Vías y Obras del Ayuntamiento de Coslada, Charo Arroyo, han visitado esta mañana la rotonda ubicada entre la Avenida de la Cañada y la calle Guadalquivir sobre la que se ha realizado una actuación escultórica y paisajística dedicada a la trashumancia.
Esta glorieta se ubica en plena Cañada Real Galiana y es por ello que, desde el Área de Parques y Jardines, se ha querido hacer una actuación paisajística especial que recuerde su ubicación en la que fue hasta mediados del siglo XX una de las diez vías pecuarias para paso de ganado más importantes de la Península Ibérica que recorrían los rebaños desde las dehesas secas de la meseta a las zonas de montaña, y viceversa.
La rotonda está diseñada recreando los distintos paisajes naturales y agrícolas por los que transitan los rebaños. Estos son el paisaje típico del pinar, representado por pinos piñoneros, romeros, jaras, tomillos y madroños, que da paso a las praderas de alta montaña junto al río y de éste se pasa a zonas de cultivo donde el rebaño aprovecha la hierba existente en los campos agrícolas, principalmente en los terrenos en barbecho. Un nuevo ciclo de la trashumancia se complementa al otro lado del puente con un recorrido por encinares (encinas, cantuesos, jaras, rosas silvestres y tomillos) y robledales (rebollos, brezos, fresas y helechos) camino a los prados y de estos a olivares y viñedos.
El camino y el puente, formados por planchones de granito siguiendo el trazado de la Cañada Real Galiana, se ha realizado al estilo medieval similar a los que se pueden encontrar en el recorrido. El puente, contiene tres ojos elevándose sobre la imagen de un río figurado a base de pizarra y bolos de granito completando una estampa típica del paisaje. Los pastores se han representados por traviesas de ferrocarril con líneas que forman rasgos que enmarcan las partes del cuerpo y el cayado. El rebaño está compuesto por esferas revestidas con cuerdas, que representan a las ovejas que, como bolas de lana que ruedan por los caminos de unas zonas a otras, se convierten finalmente en ovillos.
Desde el punto de vista artístico, la obra, situada en el punto de encuentro de la Cañada y la Rambla de Coslada, une un diseño tradicional del paisaje (bosques, campos y elementos singulares como el puente) con otro contemporáneo de la escena urbana (formas simples, esferas y líneas que simbolizan el pastoreo).
A este respecto, el alcalde de Coslada, Ángel Viveros ha querido subrayar «que esta acción de mejora y embellecimiento de la escena urbana de la ciudad tiene en cuenta sus orígenes y su historia, enlazándola con esa Coslada moderna, transformadora y en crecimiento que se articula sobre su eje principal, La Rambla. Esta glorieta es el nexo simbólico entre el pasado y el presente de nuestro municipio».
La Rambla enlaza distintos barrios con edificios modernos, parques singulares (El Lago) y rotondas en las que puede disfrutarse de esculturas de artistas consagrados como Antonio López, Juan Moral, Enrique Salamanca y Ángel Aragonés.